Subjetividad:
La
relación de elementos del mundo con ideas de valor, como principio de
selección, organización y análisis, implica el momento subjetivo. Las ideas de
valor son las que entregan significado a los objetos del mundo, lo que permite
que una parte de la realidad sea susceptible de ser comprendida en sus rasgos
individuales. La definición de cultura dada por Weber es profundamente
esclarecedora: "una sección limitada de la infinitud desprovista del
sentido del acaecer universal, a la cual los seres humanos otorgan sentido y
significación". El subjetivismo que selecciona y configura los elementos
significativos de un fenómeno no se gesta en especulaciones metafísicas, dirá
Weber, sino que nace de la configuración real e individual de la vida social.
Paradojalmente, ésta se considera en sus conexiones universales, Io cual no
disminuve, en absoluto, su carácter individual. El fenómeno seleccionado y al
cual confluyen los elementos considerados significativos es lo que, en lenguaje
weberiano, se denomina configuración
individual. Y se deriva que la causalidad no es exhaustiva en cuanto a la
realidad toda, sino que se establecen sólo aquellas causas a las que cabe
imputar lo esencial de un fenómeno. En estos términos, las causas no precisan
de leyes generales, salvo para quienes, erróneamente, identifican causalidad
con legalidad. La causalidad en Weber precisa conexiones causales concretas, por
lo cual es posible la construcción y caracterización dela constelación
individual a la que debe imputarse un fenómeno. En consecuencia, la selección
de un fenómeno es subjetiva, como también su organización y configuración; es
el investigador quien otorga relevancia o significación a determinados
elementos del mundo sensible, conformándose así el objeto. Por otra parte,
pondera el peso diferencial de los distintos aspectos que convergen en la
caracterización y explicación de un fenómeno, posibilitándose la atribución de
causalidad. Recordemos que Weber profundiza sobre el fenómeno del capitalismo:
lo considera un individuo histórico,
es decir, contempla para éste una constelación de elementos relevantes, el
cálculo racional de la ganancia, entre otros. Para este análisis, pondera
positivamente aspectos del mundo religioso, concretamente las acciones humanas
impulsadas por confesiones protestantes y la incidencia de éstos en la vida
económica. Es absolutamente insostenible que se conciba la interpretación
marxista del capitalismo como una cosmovisión, como una concepción de mundo. La
unilateralidad de los puntos de vista en las formulaciones conceptuales sólo se
justifica en el plano metodológico. El tipo
ideal es, entonces, "un cuadro conceptual que no es la realidad
histórica, al menos no la 'verdadera', y que con mucho está destinado a servir
como esquema bajo el cual deba subsumirse la realidad como espécimen, sino que,
en cambio, tiene el significado de concepto límite puramente ideal, respecto
del cual la realidad es medida y comparada a fin de esclarecer determinados
elementos significativos de su contenido empírico... El tipo ideal es... el
intento de aprehender, en conceptos genéticos, individuos históricos o sus
elementos significativos". El tipo ideal es una exacerbación utópica de la
investigación científica, la profundidad y alcance de los conceptos y el
fundamento de la validez del conocimiento. "La validez objetiva de todo
saber empírico descansa en esto: que la realidad dada se ordene según
categorías que son subjetivas en un sentido específico, en cuanto representan
el presupuesto del valor de aquella verdad que sólo el saber empírico puede
proporcionarnos. Nada tenemos que ofrecer, con los medios de nuestra ciencia, a
quien no juzgue valiosa esta verdad... ¿TRANSTTO DEL INDIVIDUO HISTORICO A LA
ACCION SOCIAL? La preocupación de Weber ya no serían las individualidades históricas,
sino la acción social. Para entender su significado veamos lo que entiende
Weber por conducta. Ésta sería
"la acción del hombre en la que toma posición frente a cierto objeto. Pero
la conducta pertinente para la sociología, la acción social, es la que está
referida a la conducta de otros hombres. Acción sociales definida como la oue:
"1) está referida, de acuerdo por el sentido subjetivamente mentado por el
actor, a la conducta de otros; 2) está codeterminada en su decurso por estar su
referencia plena de valory; 3) es explicable por vía de la comprensión apartir
de ese sentido mentado (subjetivamente)". Entonces, si el sentido mentado
es el objeto de comprensión, se debe determinar de una acción social su término
de referencia y su orientación de acuerdo a éste, para lo cual Weber se vale de
"las interpretaciones provistas de sentido de una conducta concreta (/as)
que no son para ella... aun si poseen el máximo de evidencia, otra cosa que
meras hipótesis respecto de la imputación... Valen para nosotros como hipótesis
utilizables, en cuanto podamos suponer una "posibilidad", muy
variables en casos particulares, de que presenten cadenas de motivación provistas
de sentido' (subjetivamente). Cadenas causales en las que, mediante hipótesis
interpretativas, e introducen motivaciones orientadas de manera racional con
relación a fines (las que) son directamente accesibles como explicaciones..."
. Motivo se llama "a la conexión de sentido que para el actor o el
observador aparece como el fundamento de una conducta" (25). . Para
comprender el componente subjetivo que impulsa la acción, Weber elabora el
esquema interpretativo de la sociología comprensiva; elabora los tipos ideales
de conducta. Para comprender, interpretando la acción social, se considera,
conceptualmente, el esquema interpretativo de la racionalidad. "Por
comportamiento racional con relación a fines ha de entenderse aquel que se
orienta exclusivamente hacia los medios representados (subjetivamente) como
adecuados para fines aprehendidos de manera (subjetivamente) unívoca"
(26). La conducta racional con relación a fines es el tipo ideal de conducta
con el que se construye el esquema interpretativo. A partir de éste se
construyen otros tipos ideales que permiten la comprensión de conductas con
menor grado de racionalidad. Tenemos, en consecuencia: a) tipo ideal de acción racional con arreglo a fines; b) tipo ideal
de acción racional con arreglo a valores; c) tipo ideal de acción tradicional y;
d) tipo ideal de acción afectiva. Los tipos ideales racionales de conducta
se comparan con la realidad, a fin de establecer, para la comprensión, los
elementos irracionales que desviaron una acción cualquiera del desarrollo
esperado de una acción puramente racional.